jueves, 19 de noviembre de 2015

Cómo encadenar vías

A parte de  planificar tu  entrenamiento físico, nº de movimientos, bloques, series, repeticiones, tiempos, niveles de carga…etc

Te enseñan en tu “roco” como encadenar una vía?

Si  tu objetivo a la hora de escalar es encadenar, deberías tener en cuenta varios aspectos poco contemplados en los entrenamientos dirigidos, aparte de tener una buena forma física, existen una serie de cualidades que deberías trabajar,  debes saber en escalada todo está relacionado, los aspectos tácticos , psicológicos y físicos, todo suma, cuanto más dominemos estos campos mejores resultados obtendremos a la hora de escalar...

Hay muchas habilidades que los escaladores más experimentados realizan de forma natural, casi sin prestar atención, el simple hecho de visualizar los movimientos desde el suelo, contar el nº de
 exprés que necesitamos, localizar posibles reposos o memorizar tramos claves después de probar una ruta, son sin duda elementos que nos proporcionan mucha información....y que podemos usar en nuestro favor a la hora de encadenar , cuanta más información nos llevemos en nuestro intento a vista o en nuestro siguiente pegue mas aumentara la posibilidad de éxito.

Junto con la información esta la confianza y la motivación,  son elementos que nos impulsan hacia nuestros objetivos, mucha gente piensa que la confianza se tiene o no se tiene ...pero no es así la confianza la fabricamos nosotros, mediante el entrenamiento  y la
 planificación, logrando un buen nivel de forma, mediante la consecución de metas, contando con una buena técnica  y una buena estrategia todo esto aporta confianza al escalador ya que se sabe en posesión del camino a seguir para llegar a donde se ha propuesto...

Para conseguir una buena dosis de confianza habría que comenzar planteándose objetivos reales que nos exijan un esfuerzo, pero que estén dentro de nuestros límites, para posteriormente pasar a objetivos a medio y largo plazo, sería conveniente anotarlo y establecer unos plazos de tiempo por ejemplo algo realista para un año:  para alguien que ya ha escalado un 6c
Afianzar el grado conseguir al menos 6-7 vías de 6c,a corto plazo, 3-4 vías de 6c+ objetivo a medio plazo, y  a largo plazo encadenar 1-2  7as y haber intentando alguna vía de 7ª+

Si alcanzamos este objetivo nuestra confianza y motivación saldrá reforzada , pues no hay nada más motivador que la consecución de logros. Aun no consiguiendo el objetivo total del año, nuestra progresión habrá sido grande y nuestra confianza y motivación habrá crecido considerablemente.

Para esto debemos usar y dominar habilidades como la
 memorización y la concentración.

En los años 80 los escaladores franceses elevaron la dificultad de la escalada con una técnica poco usada hasta entonces, e incluso mal vista por algunos pero que dio unos resultados espectaculares...el ensayo de vías, (las
 supermoulinettes) con sus cuerdas a veces de hasta 100 metros ensayaban las vías en tope rope, entrenando sobre ellas y memorizando secuencias, posibles reposos, secciones duras, dinámicos, puntos críticos, chapajes, etc... escaladores preparados físicamente y con una información enorme sobre la ruta que ensayaban, memorizaban milimétricamente todos los movimientos adaptando  el gesto y el esfuerzo a su cuerpo,  así fueron sumando números y letras a la dificultad en roca, todo el mundillo escalador deportivo , no tardo en reconocer el ensayo de vías como la más eficaz de las herramientas a la hora de progresar en dificultad ,este método se uso durante algún tiempo pero  tenia una pega el abuso de la escalada en tope rope limita nuestro nivel psicológico .

Solución  ensayar,  si,  pero  de primero, así podríamos controlar una de las facetas más importantes a tener en cuenta , la caída el  factor limitante en la mayoría de los escaladores sobre todo en  los que empiezan, tenemos que incorporar la caída como elemento seguro y habitual de la escalada deportiva, como hacerlo merece un capitulo que podemos tratar más adelante, brevemente decir que otro elemento importante y relacionado con volar es el aseguramiento, para ello debemos confiar en la persona que nos asegura y elegir una ruta propicia para ello, a ser posible ligeramente desplomada , sin repisas y bien equipada, una ruta que nos guste, y que no represente ningún peligro a la  hora de caer… caídas dinámicas, siempre dinámicas, al principio más cortas para ir habituándonos,  no se trata de recoger cuerda si no de que el asegurador se deje arrastrar para amortiguar el impacto, la caída será más larga de lo que esperamos pero mucho más suave, después de unas cuantas veces iremos más relajados y acostumbrándonos a introducir la caída como algo natural en un día de escalada.

Podemos usar el tope rope como herramienta para reconocer tramos, probar chapajes, pero no convertirlo en algo cotidiano, prescindir de él siempre que podamos hasta que consigamos olvidarlo, esto nos hará mucho más fuertes mentalmente y elevaremos nuestro nivel de confianza.

Ya sé que a muchos escaladores les cuesta repetir las vías, no estoy sugiriendo que le des 50 pegues a una vía, pero para empezar, una buena ruta que nos motive y nos guste bien merece 3 o 4 pegues, saca toda la información que puedas en tu primer pegue, cuando te descuelguen, prueba secciones clave, busca la mejor manera de ejecutar los movimientos, busca reposos, prueba chapajes, fíjate en los engomados de la roca (posibles pies) y memoriza !!!!!

El siguiente pegue será mucho mejor!!!! y además tu confianza irá creciendo poco a poco, empieza a creer que eres capaz de rendir mucho más.

Hoy en día está más que demostrado que el progreso en la escalada pasa por ensayar las rutas....si has visto cualquier vídeo de escaladores punteros Cris Sharma, Daniel Andrada, Adam Ondra, etc.. para alcanzar su mayor nivel prueban y prueban ...memorizan la vía entera, exprimen la información en cada pegue , persisten en su objetivo hasta que cae, a veces más de 100 pegues,  imagínate la información que tiene un escalador que ha subido 100 veces por un itinerario.

Realmente podría subir con los ojos cerrados, algunos conocen el nº exacto de bloqueos con el brazo derecho, izquierdo, reposos, tiempo que emplean en cada uno, forma exacta de los agarres, temperatura idónea,  presas de pies,
 chapajes etc…
 
Como decía antes todo está relacionado, si somos capaces de retener en la memoria todos los pasos de una vía , ya tenemos mucho ganado, además nos servirá para obtener una buena concentración, ya que podemos usar esta información para centrarnos en los movimientos  y enfocar nuestro nivel
 atencional sobre las secuencias y no sobre otros elementos como, las caídas, el miedo, chapajes, etc.... estando concentrados en los movimientos que llevamos aprendidos  no podemos ocuparnos de pensar en otra cosa, puesto que nuestra mente no puede pensar en dos cosas a la vez ( no me refiero a hacer, si no a pensar) así pues la memorización además de aportarnos un montón de información nos sirve para concentrarnos y para gestionar mejor nuestras fuerzas y nuestros miedos.

Hasta aquí hemos analizado la táctica a seguir para obtener buenos resultados, una vez elegida la ruta que queremos encadenar, deberíamos diseñar la estrategia a seguir el PLAN DE VIA.

Así pues por mucho que te cueste, intenta por dar ese segundo pegue, persiste en tu objetivo y no abandones a la primera de cambio, recuerda cada caída un centímetro más alto, no es un fracaso es un éxito, persevera!!!!!

Empieza por crear pequeños hábitos, que darán grandes resultados....

By Goin Rodríguez.
climbmotion.com
Fotografía: blogdescalada


martes, 27 de octubre de 2015

Zona de Confort



ROMPER LOS HÁBITOS

NUESTRO modo de pensar habitual nos es familiar y por tanto cómodo, pero carga con un contenido poco profundo. Una vez que has analizado cuidadosamente tu ideología preestablecida y tu autoestima basada en el logro, su poder comienza a desmoronarse. Les falta el corazón y la fuerza que han de acompañar a una verdadera guía de conducta interior. Una de las primeras tareas del guerrero es establecer un sistema de valores interno que llegue a los rincones más profundos de la motivación. Este sistema aumentará el poder disponible para responder a los retos, en la escalada o en cualquier otro aspecto de la vida.

Desarrollar un nuevo sistema de valores requiere de un aumento de la conciencia, pero el proceso para llegar a ser plenamente conscientes nos parece aterrador. Las creencias y modos de pensar novedosos amenazan, por definición, la zona de confort que hemos construido a nuestro alrededor por medio de la cotidianidad. Esta zona de confort es compleja y está llena de defensas. Se compone no sólo de hábitos limitadores, sino también de mecanismos inconscientes diseñados para proteger esos hábitos de la potente luminosidad del autoanálisis objetivo.

Los hábitos se protegen a sí mismos manteniéndose escondidos o en el subconsciente, pero una vez descubiertos, su máscara desaparece. Empezamos a sentirnos estúpidos por consentirlos. Una vez que somos conscientes y sospechamos de ellas, las formas de ser limitadoras dejan de ser hábitos inconscientes que producen respuestas y soluciones automáticas a menudo negativas, y pasan a formar parte de la mente consciente, sujeta a la revisión y el cambio. Se libera la energía mental que antes demandaban los viejos hábitos, y los componentes del viejo sistema de valores se transforman en materia prima para otra forma de pensar nueva y poderosa.

Prepárate para sentirte desafiado e incómodo si sigues leyendo.


Si estas palabras te han tocado la fibra sensible, ya estás embarcado en el proceso de TOMAR CONCIENCIA.

La vida comienza donde termina tu zona de confort.

lunes, 5 de octubre de 2015

Intentando llegar a la cumbre



"El verdadero montañero es el hombre que intenta nuevas ascensiones, no importa que tenga éxito o que fracase, encuentra su goce en la fantasía o en el juego de la lucha"
Albert Frederick Mummry

No importa el grado, sino el camino que se recorre hasta la cumbre.

Cuantas veces nos hemos visto a pie de vía, después de llevar semanas estudiándola, comentándola, escuchando opiniones, viendo croquis...y luego allí nada es lo que parece.

No sirvió de nada lo que estudiamos, lo que venía en la guía, lo que nos dijo nuestro amigo que la hizo el año pasado.... Una nueva rama crecida, lluvias, el paso del tiempo y del ser humano te la han cambiado por completo, y ahora cómo salimos de esta??

Es aquí donde sale a relucir la mente del verdadero ganador, la montaña se conquista con inteligencia, las vías se sacan mediante juegos mentales y maniobras físicas... no es la fuerza ni los entrenamientos los que sólo te harán llegar hasta el final, te llevará más que nada y sobre todo, tus conocimientos y tu capacidad de resolución.

Un ganador es un perdedor que nunca se dio por vencido.

No importa cómo se llega, ni cómo lo consigues, ni las opiniones de si te costó más o menos, a nadie nos regalan nada, lo importante es llegar, y poder decir.. yo estuve ahí.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Consejos de Amigos






Quien tiene un amigo tiene un Tesoro, y yo, tengo la cueva de Alí Babá completa ;)



¿Qué pasa? ¿Le has cogido miedo a escalar?


-Bueno tal vez un poco, me han metido algo de miedo para que no vaya tan a lo loco.


Pues meter miedo no es la solución, la solución es la instrucción, el aprendizaje viene de la mano con la experiencia que iras adquiriendo, miedo no, pero realmente todo el mundo tiene aunque diga que no, sencillamente hay que ir reduciendo el miedo hasta que no te bloquee el cuerpo ni la mente. El miedo es lo que más tarde controlas en la escalada, primero cogerás fuerza rápido, y después la resistencia, más tarde llega la calidad en la técnica, y ese conjunto te hace sentir más seguro haciendo que el miedo se esconda, aunque nunca se va del todo. 


Pero cuando dejas de escalar, el miedo es lo que antes vuelve, al tiempo que la resistencia va bajando, y por último pierdes fuerza, aunque conserves una buena base, igual que la técnica, que es lo que más conservarás al dejarlo, se queda latente y cuando vuelves a trepar ves que aún sigue ahí, tenue, pero con progresos rápidos, guardada en tu memoria. De ahí el dicho de que algo es como montar en bici. 

Por mucho tiempo que la hayas abandonado, nunca será como al principio, pronto cojeras la práctica.

Si te gusta algo de lo que te digo, antes de publicarlos, primero créetelo, y ponle tu toque, pero sobre todo no prestes atención al miedo, un obstáculo para todo, infundido desde chicos, nosotros nacemos sin miedo, por eso los niños no lo tienen y aprenden todo mejor, el miedo va apareciendo en nuestras vidas, la sociedad, familia, en la propia educación viene el miedo infundado como un troyano escondido en un vídeo, no te das cuenta, y después resulta que el miedo forma parte natural de tu vida, enjaulándote como a un pájaro, cuando éste está hecho para volar y ser libre.


Hay que identificarlo, y no combatirlo, porque lleva al fracaso por la obsesión de que cuando te das cuenta de que lo tienes, intentas por todos los medios deshacerte de él, a la fuerza...nooo!! sino que se debe de ir olvidando de que existe, no hacerle caso, no dejar que sea el protagonista, ignorarlo. Entonces se irá haciendo cada vez más débil, más pequeño. Llevarás las riendas de tu vida, y ese gran obstáculo que es el miedo, desistirá, y será entonces cuando seas libre y dueño absoluto de ti mismo.

Gracias a Gabriel por este consejo tan valioso.

martes, 22 de septiembre de 2015

Escalada responsable, limpiar tu mente del pasado.


Limpiar tu mente del pasado y de los sutiles hábitos del engaño ayuda a tener una mirada nueva para recopilar información útil que te ayude a escalar. Vamos a centrarnos en recopilar esa información.

La habilidad de los escaladores para resolver problemas presenta una gran variedad de defectos. Muchas veces reaccionamos de forma excesiva ante un obstáculo inesperado antes de estar seguros de lo que implica ese obstáculo. Tendemos a desear que la situación fuera diferente, en vez de concentrarnos en qué podemos hacer dadas las circunstancias.

Para ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD de asumir un riesgo, tenemos que saber qué estamos asumiendo. En la escalada estamos con demasiada frecuencia bajo el dominio del miedo fantasma, un miedo vago y molesto de origen desconocido. Puede que semejante miedo no tenga una base real. O al contrario, puede que el miedo indique un peligro real. En cualquier caso, el miedo tiene un valor protector LIMITADO, a no ser que podamos identificar el peligro específico que lo está provocando.

Normalmente, el miedo fantasma es simplemente un miedo general ante lo desconocido, al mundo exterior a nuestra zona de confort.

El miedo fantasma hace que afrontar un riesgo conlleve un esfuerzo. Esto es beneficioso hasta un punto, porque sin esa resistencia a afrontar riesgos, podríamos estar escalando octavos sin cuerda y matándonos. Sin afrontar riesgos, en cualquier caso, nunca podremos aprender nada, ni ampliar nuestra zona de confort y progresar. Para afrontar los riesgos adecuados, y hacerlo bien, tenemos que debilitar el MIEDO FANTASMA.

Por su propia naturaleza, el miedo fantasma no se puede analizar directamente. Es un fantasma. Aparece cuando tu información sobre un peligro es demasiado vaga, y crece cuando te fijas en él. Puedes disminuir el miedo fantasma mejorando tu comprensión del riesgo y describiendo la situación de forma objetiva. Mirar la situación de forma positiva y analizando todos los beneficios de la misma.

Muchos utilizamos un esquema de justificación para excusarnos a nosotros mismos ante la severidad de nuestras creencias. Una persona corriente es bastante creativa con las pequeñas justificaciones que llega a inventar para convencerse a sí misma de que sus acciones están dentro de los límites de su ideología. Pero si nos confrontamos de forma rigurosa con nuestras palabras y acciones, sabemos que estamos mintiendo. Hace falta una honestidad escrupulosa para darse cuenta de esto. Para limpiar todo el sistema, hay que eliminar las pequeñas mentiras de nuestra vida diaria.

Si dejas de mentirte a ti mismo te dejarás de mentir acerca de tu escalada, de por qué no estiras, o de por qué dejaste que tu compañero fuera de primero en tu lugar. Pasas a aceptar la realidad, y la realidad es una maestra más eficaz que la ilusión.

Engañarte a ti mismo es igual que mentirte, pero lo haces de forma consciente. He escuchado y leído a escaladores que aconsejan que te engañes a ti mismo con el fin de creer que eres capaz de hacer algo. Incluso aunque esta táctica lograse algún tipo de beneficio a corto plazo, tiene un enfoque absurdo.

Si estás en una vía expuesta, preparándote para hacer el tramo clave, y te dices a ti mismo «tengo una chapa justo en la cara», estás creando de forma intencionada una situación fantasiosa. Puede que logres reducir tu tensión, pero engañarte a ti mismo es el modo más probable de implicarte en riesgos que no son adecuados ni valiosos en último término. LA META NO ES HACERSE SEA COMO SEA CON UNA DETERMINADA VÍA. Es obtener poder personal. Consigue ese poder haciendo incursiones en lo desconocido con la intención consciente de afrontar un riesgo: un riesgo adecuado que le permita aprender, pero que NO LE CAUSE LESIONES ni la muerte. En vez de engañarte a ti mismo inventando una situación falsa y no temible, deberías dirigir toda tu atención a la situación real.

¿Dónde está el seguro anterior? ¿Dónde está el siguiente? ¿Cómo de grande es la caída potencial? ¿Cuántas fuerzas me quedan? ¿Por qué me siento dubitativo o con miedo? Estas cuestiones te permiten aprender de la situación y te conducen a una mejor comprensión, al crecimiento y al poder. Esa es la meta, y no superar el tramo difícil. Has de comprender el riesgo (la realidad de la situación) lo más claramente posible. Engañarte a ti mismo es actuar en contra del proceso.

La experiencia pasada es otra fuente de autoengaño. A menudo, la gente empaña sus percepciones mirando a través de asociaciones de ideas, metáforas y recuerdos, en vez de describir las cosas en el momento. Los escaladores lo hacen todo el tiempo.

¿filtras tu percepción con tus experiencias pasadas o la miras de forma objetiva?

Los recuerdos también pueden contaminar tu objetividad. Las cosas nuevas pueden recordarte otras parecidas que experimentaste en el pasado. Una determinada vía puede recordarte a una con la cual peleaste desesperadamente, el recuerdo de aquella vía tiñe tu percepción de todas las demás y hace que ahora evites ese tipo de vías.

Hay que ser objetivo con las palabras que utilizas en la descripción. Si dices «esta sección de la ruta tiene buenos agarres, pero parece explosiva», no estás siendo objetivo. Buenos es un juicio de valor respecto a los agarres. ¿Qué quieres decir con buenos? Si tu meta es que la vía te suponga un desafio, buenos puede significar que los agarres son pequeños, romos y dificiles de utilizar; pero probablemente hayas querido decir lo contrario. Al decir buenos, enturbias la realidad con deseos e intenciones poco meditadas.

Limítate a los hechos. Una descripción más objetiva sería: «Los agarres parecen planos, de unos cuatro dedos de ancho y una falange de profundo». Recuerda que es importante utilizar las palabras precisas y mantener una objetividad radical. Estás involucrado en una doble búsqueda de información. Por una parte, buscas información relacionada con la roca. Por otra, e igualmente importante, quieres descubrir qué podría haber en tu mente que te está haciendo dubitativo, incompetente o poco preparado.

ANALIZAR EL RETO - VALORACIÓN DEL RIESGO

Analizar significa dividir en partes. Tomado como un todo, un reto de escalada puede ser sobrecogedor. Dividido, se hace más manejable. Cuando te embarques en una escalada, te sumergirás en la experiencia de forma global. Cuando te estás preparando para un reto, puedes dividirlo en partes. La escalada en sí consta de tres partes: la vía, las consecuencias de la caída y el escalador. Analiza la vía antes de escalarla. Primero está la ruta, la vía entera o la sección que estás afrontando, los posibles agarres y los puntos de seguro. Es importante identificar qué tiene la ruta que te desafíe. En segundo lugar están las consecuencias de la caída, las posibles caídas que podrías llevarte desde diferentes puntos de la vía. En tercero, el escalador (tú), las habilidades y capacidades que aportas a la escalada, concretamente aquéllas que te ayudarán a actuar frente al reto de la vía. En el proceso de ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD, nos centramos en definir estos elementos del reto de la escalada. Nos interesa hacer desaparecer las ilusiones y recopilar los hechos útiles.

Extracto de varios libros recopilados en la edición de Arno Illger

Desvanecer los temores

Hay muchos tipos de miedos, esto es lo que vamos a profundizar en esta lección. En esta lección veremos la forma de desvanecer los temores. Los temores vienen en dos variedades: mecanismo de supervivencia y la de ilusión. Los temores de supervivencia nos mueven a actuar, ya sea a través de la lucha contra un desafío o huir de ella. Los temores de supervivencia son útiles porque nos mueven a actuar. Pero también son inútiles, porque la lucha a través de un desafío usa nuestra energía de manera ineficiente y nuestra motivación está en el simple hecho del estrés en lugar de disfrutar de él. Miedos ilusorios son los que nos paralizan los movimientos, sin saber qué hacer. Estos son los que necesitamos desvanecer.

En primer lugar, es útil para entender los miedos ilusorios considerarlos como una falta de atención en el momento. Volviendo a dirigir nuestra atención centrándola en la tarea actual, ayuda a eliminar o disminuir estos temores. Reorientar la atención, en cada momento hacia la tarea actual, es siempre el primer paso para tratar los temores.

A continuación, los miedos ilusorios tienden a crear ambigüedad. Esto se debe principalmente a que no se esta suficientemente comprometido en la situación. Las preguntas pueden surgir porque necesitan ser contestadas. Así ocurre si nos detenemos en la pregunta que nos paraliza el movimiento, sin saber qué hacer. ¿El miedo proviene de la posible caída? ¿Tengo miedo porque va a ser incómodo ejercer todo el esfuerzo necesario? ¿Tengo miedo de caer delante de mis amigos?

Para desvanecer los temores, y responder a estas preguntas, se requiere un compromiso. La adopción de medidas nos saca de nuestras zonas de comodidad. Una vez activada, nuestra atención se centra en la situación real en lugar de la interpretación de la realidad que hace nuestra mente. Pronto sabremos si debemos continuar escalando o retirarnos basándonos en el aumento del estrés y una mayor conciencia de las consecuencias. Para desvanecer los temores ilusorios, por tanto, se requiere del compromiso con la situación.

Fuente: http://warriorsway.com/

viernes, 18 de septiembre de 2015

Cuando duele más el orgullo que los antebrazos


-Iré de primero, puedo hacerlo!!!. Te enseñaré cómo se hace.

Doy unos pasos delicados utilizando unos invertidos y unos laterales para las manos, instalo un buen empotrador y visualizo la siguiente secuencia. Los agarres del próximo tramo vertical no parecen muy definidos ni seguidos. Parece que tendré que instalar protecciones pequeñas. Me digo a mi mismo:
-Ojalá que los agarres fueran más obvios. Me encantaría colocar otro seguro, pero no sé dónde puede quedar bien. Tengo que hacerlo, no me puedo bajar.

Escalo un poco y veo emplazamientos para otro seguro. Mi charla interior continúa: -No sé si voy a llegar. Una caída desde ahí arriba sería peligrosa. Pero tengo que hacerlo. ¿Qué pensaría Brian si ni siquiera lo intento? Al menos tengo que demostrar que lo peleo antes de caerme.

Escalo, ahora con toda la voluntad puesta en recorrer todo ese tramo hasta llegar al probable emplazamiento para el seguro, aunque los siguientes movimientos parecen fáciles. Dudo.
¿Debo arriesgarme? Estoy subiendo mucho, no quiero llevarme un vuelo muy grande. Se me están hinchando los antebrazos y estoy perdiendo el equilibrio. Para sentirme más seguro, me agarro con más fuerza. Tengo que poner algún seguro aquí.

Veo un agujero ancho y saco un empotrador pero no consigo instalarlo. ¿Por qué no habré dejado ir a Brian de primero? Si yo ya abrí la última vía, lo único que quiero es poner un buen seguro.

Me arden los antebrazos y me tiemblan las piernas. Aguanto la respiración. Quiero salir de aquí. ¡Cuidado¡¡¡ le grito a Brian. Aguanto unos segundos intentando no perder el control. Inevitablemente demasiado cansado como para seguir luchando, me doy por vencido y me llevo una caída corta. El empotrador que he puesto abajo aguanta parándome el vuelo e impidiendo que caiga al suelo.

¿Qué es lo que me pasa? ¡Joder!! He hecho un montón de sextos ¿qué me importa esta mierda de vía?

La vía era Super Slab, un 6b+ en El Dorado Springs Canyon, Colorado. Era el año 1977. El libro CLIMB que acababa de salir, estaba lleno de relatos de mies héroes y de la ética radical que regía su escalada: nada de caídas, desde abajo y nada de colgarse en los seguros. Cuando descansaba, vi a unos amigos que se acercaban a nosotros. “Brian” dije en voz baja “no les digas que me he caído”.

Este no fue uno de mis mejores momentos, pero ahora me doy cuenta de que no era tan poco habitual. Quizás puedas distinguir en este relato los elementos de mi pensamiento que y de mi escalada que limitaban mi progresión….

Prefacio de Guerreros de la Roca

By Arno Ilgner